Una investigación conjunta entre Uruguay y Argentina logró avanzar en desbaratar la red.
Pilotos argentinos crearon una asociación para traer a Uruguay cargamentos de hasta 400 kilos de cocaína proveniente de Perú. La droga sería depositada y luego trasladada a Europa. Los aviones llegaban al límite entre Uruguay y Argentina a la altura de Fray Bentos y comenzaban un vuelo rasante con el objetivo de sortear los controles de los radares de la Fuerza Área uruguaya. Sin embargo, por lo menos dos avionetas fueron captadas y generaron alertas policiales.
Cerca de la ciudad de Fray Bentos (Río Negro), un camión cisterna proveniente de Montevideo aguardaba la carga. Dentro del vehículo los traficantes pretendían esconder la droga.
Cuando los investigadores policiales detuvieron el camión, encontraron armas automáticas de origen ruso y turco y mucho dinero. Los profesionales antidrogas presumen que ese dinero iba a ser utilizado para pagar el cargamento.
Según supo la Fiscalía de Estupefacientes de 1er Turno, cuya titular es Mónica Ferrero, el piloto argentino de la avioneta, que fue incautada durante el operativo, logró huir hacia Argentina. El avión quedó escondido en un hangar de la ciudad de Concordia. Así comenzó en 2021 una investigación inédita en el Cono Sur, cuyos detalles se conocieron en forma reciente.
Ferrero se comunicó con la fiscal federal Josefina Minatta y con el fiscal Diego Iglesias, de la Procuraduría de Narcocriminalidad, con el propósito de armar un equipo de investigación conjunto. Ferrero conoció a los fiscales argentinos en encuentros de la Red de Ministerio Público que se realizan todos los años para intercambiar datos sobre organizaciones delictivas transnacionales. “Así se conformó el primer Equipo Conjunto de Investigación (ECI) entre Uruguay y Argentina”, dijo a El País una fuente de la investigación.
El trabajo coordinado dio sus frutos enseguida.
En Argentina, los fiscales de ese país lograron la detención de tres personas que financiaban los vuelos hacia Perú. Se trataban de dos argentinos y un uruguayo.
La investigación.
Las operaciones de las fiscalías de Uruguay y Argentina, que incluía a las brigadas antidrogas de ambos países, comenzó mediante el sistema de entregas vigiladas. Esto significa que la Policía realiza el seguimiento del avión desde que parte de Perú y su arribo al Río de la Plata.
Apostados en lugares ocultos, los policías aguardaron que los aviones descargaran la mercadería. Luego siguieron los vehículos para ubicar los depósitos y una vez allí realizaron la captura de los narcotraficantes y la incautación de la droga, celulares y otras evidencias.
En esa etapa, la fiscal Ferrero y los fiscales Minatta e Iglesias comenzaron a intercambiar informaciones sobre los vuelos y los movimientos del grupo delictivo. En Uruguay la operación contra los narcos pilotos se denominó “Arriero Minerva”. En marzo de este año, la fiscal Ferrero y su adjunta, la fiscal Gabriela Fernández, lograron la extradición desde Argentina de uno de los pilotos, quien fue formalizado por un delito relacionado con el tráfico de drogas.
El caso se sustanció en el Juzgado Especializado de Crimen Organizado de 1er Turno, cuyo titular es Fernando Islas. Días atrás, Islas otorgó una prórroga de las medidas cautelares de prisión para el piloto.
Según la fuente, por lo menos dos avionetas trajeron cargamentos a Uruguay. Una de ellas descendió en el paraje Perseverano, cerca de la ciudad de Soriano. Otra bajó en una estancia en Artigas.
Las investigaciones de las fiscalía detectaron que la asociación de pilotos utilizó cuatro avionetas en los narcovuelos, aunque estiman que habrían adquirido ocho aparatos.
Buscaban armar un laboratorio de cocaína.
En Uruguay, la operación conjunta con la Fiscalía de Argentina se denominó “Arriero Minerva”. En 2021, ocho personas fueron imputadas y una novena condenada tras la incautación récord de pasta base en Artigas. Investigadores de la Dirección de Represión al Tráfico Ilícito de Droga (Dgrtid), bajo la conducción de la fiscal de Estupefacientes Mónica Ferrero, habían logrado detener a 17 personas sospechosas de formar parte de una banda de narcotraficantes que pretendía transformar 409 kilos de pasta base en cocaína para colocarla en algún país europeo.
De los 17 detenidos, nueve terminaron imputados y condenados a pedido de la fiscal Ferrero. Para quien es señalado como líder de esta banda, que vivía en el barrio privado La Tahona (Canelones), se logró una condena de dos años por otro hecho.
Fuente: El País.